EL MENSAJE

Esta frase, practicada con dedicación por generaciones, explica en gran parte porqué el archipiélago Juan Fernández es una de las luces de esperanza para la humanidad en el siglo XXI.

Si toda la humanidad comprendiera esta simple pero profunda directriz, nuestro planeta sería hoy un lugar mejor. Problemas como la escasez de alimento y el agotamiento de los recursos naturales, especialmente los pesqueros, no serían tan graves.

De manera pionera en el mundo, los pescadores insulares se habían autoimpuesto normas como una temporada de pesca de octubre a mayo, una talla mínima de captura de langosta y la obligación de devolver al mar las hembras con huevos. También el uso de trampas y no el buceo para capturarlas impone un límite adicional para no abusar de su extracción. Gracias a esta temprana visión, la pesca de la langosta de Juan Fernández es la única que ha demostrado ser verdaderamente sustentable en Chile.

El mensaje del pueblo de Juan Fernández es claro y potente. Se puede compatibilizar el provecho de la naturaleza con su conservación. Y para eso se necesita una sociedad de confianza en la que todos sus integrantes crean que si se establecen ciertos límites los beneficios llegarán finalmente a todos. Esa actitud colaborativa por sobre la competencia extrema es un rasgo de las culturas más maduras.

Junto al privilegio de hallarse rodeados por uno de los mares más bellos, abundantes y diversos del planeta, está el mérito de sus habitantes de haberlo tratado con respeto y ser sus principales guardianes.

La cultura es una gran forma de destacar y celebrar la existencia de Juan Fernández en un mundo convulsionado como el de hoy.

Esperamos que las obras que componen este libro y las futuras actividades que genere CasaIsla sean disfrutadas por la comunidad de Juan Fernández, y por quienes tengan la suerte de visitar estas islas y vivir la maravillosa
experiencia que ofrece este lugar de excepción.

Álex Muñoz Wilson
Director Ejecutivo
OCEAN