Desde la memoria, la historia, la leyenda, el viaje y la experiencia…

Un 22 de noviembre de 1574, el marino y piloto español Juan Fernández descubre el archipiélago que hoy lleva su nombre. Lo componen tres diferentes islas: Más a Tierra, ahora Robinson Crusoe; Más Afuera, ahora Alejandro Selkirk, y la isla o islote Santa Clara.

La historia ha dejado sus huellas en este apartado territorio; lugar de paso de exploradores y aventureros, escondite de corsarios y piratas, escenario de batallas navales e innumerables naufragios, de fabulosos tesoros escondidos en las entrañas de su tierra, enclave de detención carcelaria durante la Colonia, la Patria Vieja, la Independencia y así hasta mediados del siglo XX.

En 1704, Más a Tierra acogió y dio refugio al corsario escocés Alexander Selkirk, quien permaneció completamente solo por cuatro años y cuatro meses. Su historia en la isla inspiró al escritor inglés Daniel Defoe, para escribir su universal novela “Vida y Aventuras de Robinson Crusoe”. Después de varios intentos y desde mediados del siglo XIX hasta 1877 es terminada de colonizar definitivamente por un joven suizo, perteneciente a una familia burguesa de Berna. El Estado de Chile le otorga el cargo de subdelegado e inspector de colonización para las islas de Juan Fernández. A los escasos habitantes de aquellos años, se suman más chilenos y extranjeros de diversas partes del mundo, los que con el tiempo llegan a conformar su actual sociedad; una población de poco más de mil habitantes. Una comunidad heredera de una rica y poco conocida historia. Los isleños llevan una apacible y aislada vida, dedicándose casi exclusivamente a la pesca de la langosta y a un incipiente turismo. Son herederos de colonos que, como modernos robinsones, reclamaron y consolidaron este territorio como suyo.

El archipiélago Juan Fernández es un santuario de la naturaleza, situado en el corazón del Pacífico Sur, a 667 km de distancia de las costas de Valparaíso. La riqueza y variedad de su flora y fauna, tanto terrestre como marina, y su imponente geografía dibujada en un continuo contraste de opuestos, nos ofrecen un escenario de conmovedora belleza.

Por su unicidad y valor, Juan Fernández es declarado Parque Nacional en 1935, Reserva Mundial de la Biosfera por la UNESCO en 1977, Zona de Interés Turístico (ZOIT) en 2017 y Parque Marino en 2018 por el Gobierno de Chile.

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